Hombre, hombre, hombre. Fue un largo camino para llegar aquí, que está lejos de terminar. Comenzamos como un proyecto de un solo hombre con más suerte que juicio, y hemos desarrollado una agencia con todas las áreas importantes.
Nuestros clientes están en el corazón de la sociedad. Empresas con 1 a 300 empleados, desde un volumen de negocio de 0 dólares hasta cifras de tres dígitos en millones. Desde empresas industriales hasta artesanos de al lado, y también los nuevos fundadores con grandes visiones. ¿Cómo funciona este equilibrio? Porque conocemos todos los aspectos y los puntos intermedios. ¿Qué nos distingue? Google. Porque aprendimos a conocer como piensa, que quiere recibir y en que basa Google para decidir a cuáles sitios posicionar y mostrar en los primeros lugares de su buscador.
Eso debió ser alrededor de 2015. Regresé de una pasantía en el extranjero y necesitaba un trabajo a tiempo parcial para poder financiar mis estudios de negocios. ¿Apoyo financiero de mi hogar? Ninguno. ¿Contactos en la ciudad universitaria? Ninguno.
Para esta fecha, de manera empírica, yo hacía de todo un poco como pasatiempo; manejaba el Photoshop perfectamente, hacía sitios web en HTML y CMS, daba mis pasos programando, vivía para hacer tutoriales cursos en línea y tenía sentido ganar dinero con mi pasatiempo.
En resumen, el camino, desde un pequeño diseñador “cacharrero” hasta la actual constelación de la empresa y uno de los expertos SEO (experto en Google) más importantes de la actualidad, pasó por un curso abandonado, cero contactos en la economía, ninguna experiencia en el negocio de agencias, varias ideas de negocio fallidas, socios comerciales perdidos e innumerables intentos de adquisición, así como varios cientos de clientes.